En estos tiempos en los que el narcisismo y la petulancia son valores consentidos (y hasta alentados) en muchos deportistas de elite, el periodista Ángel González nos recuerda en su post Sócrates, antítesis de Romario y del payaso la figura de un futbolista brasileño que supo deleitarnos tanto con la pelota como con su integridad y moral.Centrocampista exquisito y estrella absoluta de su época, al capitan de la selección canarinha en los Mundiales de 1982 y 1986 se le recuerda por algo más que su curriculum deportivo. Doctor en Medicina y Filosofía, su compromiso social le llevó a liderar numerosos proyectos educativos siempre orientados a las clases menos favorecidas del país. Además, este mito del balompié fue el promotor de una iniciativa irrepetible bautizada como la 'Democracia Corinthiana', experimento de autogestión colectiva bajo el lema "libertad con responsabilidad".
La lectura de la trayectoria menos conocida internacionalmente de este mago del taconazo, nos devuelve la nostalgia por esos tiempos en que los ídolos del balón tenían la cabeza para algo más que rematar los saques de esquina.
¡¡¡"Dr. Sócrates"!!! Titular indiscutido de la poderosa selección brasileña de los mundiales de 1982 y 1986 que dejó tantos gratos recuerdos y momentos inolvidables de buen fútbol y en la que también brillaban Éder, Falcao, Zico, entre otros... Brillante! Quiso ganar jugando el fútbol preciosista y brillante de su entrenador Telé Santana, su juego era parecido al del actual Barcelona... Lástima que su defensa no era tan bueno como su mediocampo, volantes y delanteros... por allí dejaron encajar los goles de Paolo Rossi (1982) que los apearon de la final en España y de Platini (1986) en México... pero su recuerdo perdura en la retina de todos los que tuvimos la oportunidad de verlos...
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