lunes, 24 de enero de 2011

Fútbol y cine: ¿enemigos íntimos?

Casi una semana después de su aparición, este dibujo de la selección española sigue circulando por internet para hacer las delicias de los aficionados al fútbol y de los seguidores de Los Simpson. ¿Es atribuible a Matt Groening o a un privilegiado imitador? Que yo sepa, a día de hoy, nadie ha confirmado ni desmentido nada (seguiremos informando).

Sirva esta simpática filtración publicada por Cinemanía para hacer una merecida alusión a Carlos Marañón, director de la revista y autor del post que desveló la primicia en su blog Fútbol y Cine. Este periodista barcelonés, nieto, sobrino e hijo de futbolistas, jugó en las divisiones inferiores del R.C.D. Espanyol, y aún sigue haciendo sus pinitos en algún que otro equipo aficionado. Las películas y los partidos conviven en su memoria y su corazón, toda una suerte para los que compartimos con él ambas pasiones.

PS. Los hinchas ávidos de emociones futbolísticas en celuloide no pueden dejar de leer su libro Fútbol y cine. El balompié en la gran pantalla.

PS2. Quienes vimos jugar a Rafa Marañón, padre de Carlos, recordamos con cariño a un mítico delantero que hizo historia con la camiseta del Espanyol.

sábado, 15 de enero de 2011

Leyendas sin Balón de Oro

La reciente y polémica concesión del Balón de Oro 2010 al argentino Leo Messi es un buen motivo para hacer un poco de historia alrededor de este trofeo. El premio fue creado en 1956 por el francés Gabriel Hanot, futbolista, seleccionador y periodista, un personaje extraordinario a quien también debemos los cimientos de la Copa de Europa, actual Champions League.

Originalmente los periodistas de France Football solo podían votar a favor de futbolistas europeos, pero en 1995 se modificaron las reglas para que se pudiera escoger también a jugadores no europeos que pertenecieran a un club del viejo continente. De hecho, el liberiano George Weah, del AC Milan, se benefició de las nuevas normas ese mismo año y pasó a ser el primer áfricano, y hasta ahora el único, en levantar la emblemática pelota dorada. Posteriormente, en 2007, se eliminaron todas las restricciones: los futbolistas de cualquier nacionalidad y de cualquier club del mundo pueden ahora optar al premio.

Sirva el apunte para recordar en este artículo que el espíritu fundacional de este galardón privó a no pocos legendarios jugadores de engrosar su curriculum con algún que otro Balón de Oro. Sin ánimo de polemizar, y renociendo de antemano que incurriré en imperdonables olvidos, quiero hacer un testimonial desagravio a figuras del calibre de Pelé, Garrincha, Tostão, Rivelino, Cubillas, Figueroa, Houseman, Milla, Kempes, Bochini, Maradona, Zico, Francescoli, Sócrates o Romário.

¿Y tú, a quién echas de menos entre los ganadores del Balón de Oro?

martes, 11 de enero de 2011

Periodistas y pitonisos

En una gala al más puro estilo Hollywood, la flor y nata del fútbol mundial se congregó en Zurich para conocer el nombre del ganador del renovado Balón de Oro, un trofeo resultante de la fusión entre el histórico galardón que la revista France Football creó en 1956 y el mucho más reciente FIFA World Player, ideado por la Federación Internacional en 1991.

Al margen de la lógica expectación que estos premios individuales suelen despertar en los aficionados, esta edición de 2010 había generado mucho revuelo en nuestro país porque dos jugadores de la Roja presentaban serias opciones al triunfo: Andrés Iniesta y Xavi Hernández aspiraban a acompañar a Luis Suárez como segundo español en el Olimpo de los dioses del fútbol. No en vano, algún diario internacional ya se había apresurado a anticipar en exclusiva la victoria de uno de ellos.

Pero al final fue el tercero en discordia, el argentino Lionel Messi, quien se llevó el gato al agua y se hizo con el premio por segundo año consecutivo. La decepción de la hinchada española ha sido notable, tal y como refleja la inmensa mayoría de los medios de comunicación. Injusticia o chasco son algunos de los términos más leídos hoy en una prensa deportiva inmersa en el desencanto.

Pues sí, no nos lo han dado, una pena. Pero sinceramente, ¿qué nos llevó a creer que esta vez iba a ser distinto? Quizá el éxito del Mundial de Sudáfrica nos hizo pensar que podíamos con todo, que este año no había obstáculo que pudiera privarnos de colocar a uno de los nuestros en lo más alto de tan glamuroso podio. Sí, eso es verdad, pero tampoco es menos cierto que todas esas ilusiones y expectativas han venido alentadas por la tropa de pitonisos y futurólogos que colman la prensa deportiva. Y así lo reconoce Tomás Campos, uno de los más coherentes redactores de la versión digital de Marca, en su post El disgusto de doña Paca, un breve pero certero artículo que pone el dedo en la llaga de aquellos medios especialistas en vender la piel del oso antes de cazarlo.