viernes, 9 de julio de 2010

La Roja es más mecánica


El G-7 que dominaba hasta ahora la historia del fútbol deberá hacer hueco para la entrada de otro componente. El selecto club integrado por Uruguay, Italia, Alemania, Brasil, Inglaterra, Argentina y Francia, los únicos países que han alzado la Copa del Mundo, tendrá desde el domingo por la noche un nuevo miembro. ¿Holanda o España? ¿Los Oranje o la Roja? Los centroeuropeos defienden sus méritos apelando a las dos finales perdidas en el 74 y el 78. Los ibéricos consideran que su sufrida afición merece una recompensa tras el inagotable serial de decepciones y fracasos.

No hay favorito claro. En principio, la tradición podría hacer inclinar la balanza hacia los holandeses, quienes en la década de los 70 abanderaron un fútbol preciosista e innovador. El líder de la Naranja Mecánica, aquel equipo que enamoró a los aficionados, se llamaba Johan Cruyff.



El genial holandés desarrolló su posterior carrera como entrenador casi íntegramente en el F.C. Barcelona. Al margen de los títulos ganados, a él se le debe el cambio de valores sobre el concepto del juego que desde su llegada al club se instauró en el fútbol base culé. Como gran parte de los integrantes de la actual selección española proceden de la cantera azulgrana, no es descabellado afirmar que Cruyff, el padre deportivo de todos ellos, es también el máximo responsable del envidiable estilo de juego que actualmente practica la Roja.

No deja de ser irónico que el trabajo realizado por Johan Cruyff en el Barça durante años, hoy represente el mayor peligro para que los tulipanes consigan por fin la ansiada Copa del Mundo.

Algunos diarios deportivos españoles reflexionan sobre este hecho en dos brillantes artículos:

La final de Johan Cruyff, en El País.

Entre Cruyff y Pep, en El Periódico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario